Según el informe Perspectivas Económicas Mundiales del FMI, Argentina se enfrenta a una caída del 2,8% en su Producto Bruto Interno (PBI) para el año 2024, con una inflación interanual proyectada del 149,4%, la tercera más alta a nivel mundial. Sin embargo, hay un rayo de esperanza en el horizonte, ya que se anticipa un crecimiento del 5% en 2025.
El documento destaca que la recuperación económica mundial es constante pero lenta, con disparidades regionales. Aunque se evitó una recesión global y el sistema bancario demostró resiliencia en su mayoría, se prevé que América Latina y el Caribe enfrenten una desaceleración en su crecimiento debido a la actividad más lenta en economías clave como México y Brasil.
En este contexto, se espera que el PBI de la región crezca un 2% en 2024 y un 2,5% en 2025. Sin embargo, para Argentina, se prevé una contracción del 2,8% este año, con una inflación pronosticada del 149,4%, situándose solo por detrás de Venezuela y Zimbabue en términos de inflación.
A pesar de estos desafíos, se espera que Argentina logre un superávit del 0,9% del PBI tanto en 2024 como en 2025, tras un déficit del 3,5% en el año anterior. Se pronostica que la tasa de desempleo alcanzará el 8% este año, pero se anticipa una recuperación para 2025, con un crecimiento del PBI del 5% y una inflación del 45%.
No obstante, las proyecciones para 2029 muestran una inflación anual del 8,9%, considerablemente superior al promedio regional del 3,6%. Estos datos reflejan un panorama desafiante para la economía argentina en los próximos años.