El Gobierno nacional confirmó que durante el próximo verano se implementarán cortes de luz programados, como respuesta a la alta demanda eléctrica prevista y la falta de capacidad de generación que afectará a los primeros meses de 2025. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, explicó que “se está trabajando en una programación” de cortes, y señaló que esta situación es resultado de años de falta de inversión en infraestructura energética.

En declaraciones radiales, Francos detalló que “se espera un verano con temperaturas elevadas, lo que provocará un aumento considerable en la demanda de electricidad”. A raíz de esto, mencionó que se están analizando acuerdos con sectores industriales para coordinar los cortes y mitigar su impacto. “Es una situación que no se puede improvisar; se necesita planificación y, sobre todo, inversión”, enfatizó.

El secretario de Energía y Minería, Daniel González, también advirtió sobre un verano complicado, destacando que las principales limitaciones estarán en la generación y transmisión de energía, agravadas por las condiciones climáticas y hídricas. Pese a estos desafíos, González anunció la creación de un comité encargado de implementar medidas de mitigación a corto plazo.

Francos, por su parte, defendió los recientes aumentos en las tarifas de electricidad, señalando que son necesarios para ajustar los costos y reducir los subsidios estatales. “Si no aumentamos las tarifas, el Estado debe cubrir la diferencia, lo que genera deuda, emisión e inflación, algo que buscamos evitar”, subrayó. Asimismo, destacó que los problemas actuales en el sector energético son un reflejo de la falta de inversión acumulada durante años, lo que demanda una atención urgente y soluciones estructurales a largo plazo.

El Gobierno aseguró que, aunque las restricciones son inevitables, se están tomando medidas para minimizar el impacto de los cortes programados y garantizar un manejo responsable de la crisis energética.

En agosto, la actividad manufacturera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) registró una contracción interanual del 8,7%, acumulando una caída del 16,9% en lo que va del año, en comparación con el mismo periodo de 2023. Aunque se evidenció un crecimiento del 3% en la comparación mensual desestacionalizada, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señala que este incremento no representa un cambio de tendencia hacia la recuperación.

El uso de la capacidad instalada en las pymes industriales se situó en 60% durante agosto, un leve retroceso respecto a julio, cuando fue del 60,6%. Estos números reflejan las dificultades que sigue enfrentando el sector, en un contexto de demanda interna debilitada.

Todos los sectores manufactureros mostraron caídas interanuales en agosto, siendo los más golpeados “Papel e Impresiones” (-21,1%) y “Químicos y Plásticos” (-15,5%). Por su parte, “Maderas y Muebles” fue el segmento que menos retrocedió, con una baja del 1,1%.

Análisis sectorial:

• Alimentos y bebidas: La producción cayó 10,8% interanual en agosto, aunque mostró un leve repunte mensual del 0,9%. En el acumulado de enero a agosto, la baja es del 16,4%.
• Textiles e indumentaria: El sector registró una caída del 3,6% anual y del 0,9% en comparación con julio. En los primeros ocho meses del año, acumula una contracción del 3,7%.
• Maderas y Muebles: Fue el sector con menor retroceso, con una baja del 1,1% anual en agosto, pero creció 4,3% frente a julio. A lo largo del año, acumula una disminución del 15,6%.
• Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte: Este sector experimentó una contracción del 4,8% anual en agosto, pero un crecimiento mensual del 5,9%. En lo que va del año, acumula una baja del 18,6%.
• Químicos y Plásticos: Tuvo una caída interanual del 15,5% en agosto, con un leve repunte mensual del 2,1%. Desde enero hasta agosto, acumula una disminución del 24,3%.
• Papel e Impresiones: Fue el sector más afectado con una caída del 21,1% anual, aunque en la comparación mensual creció 4,2%. En lo que va del año, acumula un retroceso del 18,2%.

A pesar de algunos repuntes mensuales, la industria pyme aún no logra revertir la tendencia descendente. La falta de señales firmes de recuperación refleja el complejo escenario que enfrentan estas empresas en el contexto económico actual.