La crecida del río Uruguay en Concordia ha obligado a casi 300 familias a abandonar sus hogares en zonas inundables. Sin embargo, se prevé que el río no supere los 14 metros en el corto plazo, según el informe de Hidrología de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande.
Según el último reporte de la CTM, las cotas máximas en los puertos de Concordia y Salto no superarán los 13,90 y 14,10 metros, respectivamente, a partir de las 7 de la mañana del viernes 27 de octubre. Además, se estima que el nivel del embalse tienda a los 33,80 metros.
A pesar de esta estabilidad momentánea, los esfuerzos de asistencia, traslado y contención de las personas afectadas continúan en las áreas inundadas. Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía que no se ve directamente afectada por la inundación para evitar circular o detenerse en las proximidades de las zonas inundables, con el fin de no obstaculizar las operaciones de traslado.
Hasta la fecha, 296 familias han sido desplazadas de las áreas inundadas. De estos, 215 han recibido asistencia de Defensa Civil para su traslado, mientras que 172 se han refugiado en casas particulares y 43 se encuentran en los centros de evacuados habilitados en diversos lugares de la ciudad. Otras 81 familias han realizado evacuaciones por sus propios medios.
Las familias alojadas en los centros municipales reciben apoyo constante y acompañamiento por parte de diversas áreas municipales. Se instala a las familias afectadas a comunicarse al número de emergencia 103 para informar sus necesidades y su deseo de ser trasladadas, ya sea a centros de evacuación o a domicilios particulares.
Como medida de seguridad y logística, se han implementado cortes de tránsito en varias calles y cruces debido a las operaciones de asistencia y evacuación. La Central de Tránsito y Transporte ha proporcionado una lista de las calles afectadas por la crecida del río y los correspondientes cortes de tránsito.
Además, se ha desplegado el Servicio Integral Municipal de Emergencias (SIMES) y se están llevando a cabo cheques médicos generales para las familias evacuadas, con el apoyo de los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) más cercanos.
La situación sigue siendo monitoreada de cerca, y las autoridades locales están trabajando incansablemente para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas afectadas por esta inundación.