El Gobierno nacional confirmó que durante el próximo verano se implementarán cortes de luz programados, como respuesta a la alta demanda eléctrica prevista y la falta de capacidad de generación que afectará a los primeros meses de 2025. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, explicó que “se está trabajando en una programación” de cortes, y señaló que esta situación es resultado de años de falta de inversión en infraestructura energética.

En declaraciones radiales, Francos detalló que “se espera un verano con temperaturas elevadas, lo que provocará un aumento considerable en la demanda de electricidad”. A raíz de esto, mencionó que se están analizando acuerdos con sectores industriales para coordinar los cortes y mitigar su impacto. “Es una situación que no se puede improvisar; se necesita planificación y, sobre todo, inversión”, enfatizó.

El secretario de Energía y Minería, Daniel González, también advirtió sobre un verano complicado, destacando que las principales limitaciones estarán en la generación y transmisión de energía, agravadas por las condiciones climáticas y hídricas. Pese a estos desafíos, González anunció la creación de un comité encargado de implementar medidas de mitigación a corto plazo.

Francos, por su parte, defendió los recientes aumentos en las tarifas de electricidad, señalando que son necesarios para ajustar los costos y reducir los subsidios estatales. “Si no aumentamos las tarifas, el Estado debe cubrir la diferencia, lo que genera deuda, emisión e inflación, algo que buscamos evitar”, subrayó. Asimismo, destacó que los problemas actuales en el sector energético son un reflejo de la falta de inversión acumulada durante años, lo que demanda una atención urgente y soluciones estructurales a largo plazo.

El Gobierno aseguró que, aunque las restricciones son inevitables, se están tomando medidas para minimizar el impacto de los cortes programados y garantizar un manejo responsable de la crisis energética.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta amarilla para Los Charrúas y la Región, debido a la posibilidad de tormentas de variada intensidad durante la mañana del sábado 31 de agosto. Se anticipan condiciones climáticas adversas, que podrían incluir lluvias intensas, caída de granizo, ráfagas de viento, y una marcada actividad eléctrica. Además, se prevé una abundante acumulación de agua en cortos períodos, con precipitaciones que podrían oscilar entre los 40 y 60 mm, y con la posibilidad de que estos valores sean superados en algunas zonas específicas.

En los últimos días, varias figuras del peronismo han expresado su apoyo a la vicepresidenta Victoria Villarruel, conocida por su negacionismo de los 30.000 desaparecidos y su defensa de los genocidas de la última dictadura militar. Este respaldo ha generado controversia y pone de manifiesto el perfil de ciertos sectores dentro del peronismo que han optado por justificar y reivindicar figuras y posturas de extrema derecha.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, ha sido uno de los que elogió a Villarruel. Recientemente, declaró: “Yo a Villarruel la quiero en mi equipo porque veo una peronista, veo una persona con una impronta nacionalista, que es de lo que este gobierno tiene una carencia absoluta”. Este comentario ha generado debate, especialmente en un contexto donde seis diputados de La Libertad Avanza visitaron a genocidas en la cárcel de Ezeiza, desatando una ola de críticas.

Guillermo Moreno, ex funcionario durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, también se ha sumado a esta tendencia. Moreno ha evitado condenar las acciones de Villarruel, a pesar de su conocida relación con genocidas como Videla y su negación de los crímenes de la dictadura. Además, ha aprovechado su presencia en diversos programas para manifestar posturas conservadoras, oponiéndose al matrimonio igualitario y al derecho al aborto, y reivindicando figuras como los carapintadas y otros defensores de posiciones extremas.

Tanto Berni como Moreno ganaron notoriedad durante la era kirchnerista, cuando fueron respaldados a pesar de las críticas que recibían. Moreno, que recientemente fue condenado a tres años de prisión condicional por abuso de autoridad y manipulación de datos del INDEC, fue un hombre clave en los gobiernos kirchneristas, conocido por su mano dura en la gestión económica. Por su parte, Berni, apodado “el Rambo de la Panamericana”, se ha destacado por su gestión al frente de la seguridad, marcada por una política de represión de las luchas obreras y populares, como en los casos de Lear en 2014 y Guernica en 2020.

La visibilidad y el apoyo que hoy reciben personajes como Berni y Moreno reflejan la crisis de liderazgo, la fragmentación y la falta de un proyecto claro que ha afectado al peronismo tras el fracaso del Frente de Todos y las denuncias contra Alberto Fernández. En lugar de proponer una respuesta de lucha frente a la derecha, algunos dentro del peronismo parecen optar por combatirla desde su mismo terreno, una estrategia que ha generado desconcierto y división entre sus seguidores.

Para muchos, el ascenso de figuras como Javier Milei y Victoria Villarruel no es el resultado de la lucha contra la impunidad de los genocidas o del feminismo, sino de las políticas de ajuste, represión y la pasividad del peronismo ante la crisis actual. Este fenómeno plantea serias preguntas sobre el futuro del movimiento y su capacidad para articular una propuesta que enfrente las amenazas que hoy se ciernen sobre la sociedad argentina.