La Superintendencia de Operación de la Dirección Técnica de ITAIPU se encuentra en medio de una delicada fase de planificación estratégica, con el objetivo de controlar el nivel del embalse, al tiempo que busca minimizar los impactos de la crecida aguas abajo. El aumento del caudal en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú ha sido significativo, pasando de 16.000 m³/s el 27 de octubre a una proyección de 32.000 m³/s para el 30 de octubre. Este incremento se debe en gran medida a las descargas de la Central de Salto Caixas, que influyen en el caudal del río Iguazú.
La Superintendencia de Operación de la Binacional ha debido gestionar con precisión este fenómeno con el fin de equilibrar la generación de energía y proteger a las comunidades situadas aguas abajo de la Central Hidroeléctrica, brindándoles el tiempo necesario para evacuar en caso de ser necesario.
A pesar de todos los esfuerzos, se prevé que el vertedero de ITAIPU comience su proceso de apertura el 2 de noviembre, alcanzando su nivel máximo el 5 de noviembre. Sin embargo, este suceso ocurrirá después del pico de crecida proyectado para el 30 de octubre.
En las últimas 48 horas, la cuenca aguas arriba de ITAIPU ha experimentado un aumento considerable de las precipitaciones, especialmente en las cuencas de los ríos Piquirí e Ivaí. Estas precipitaciones han superado en promedio los 100 mm, y en algunos puntos incluso los 150 mm, lo que ha generado un incremento significativo en los caudales de estos ríos que pronto llegarán al embalse de la Central Hidroeléctrica.
Además, se espera que las lluvias continúen en la región debido a la alta humedad y la inestabilidad, con pronósticos que indican precipitaciones moderadas a fuertes en la cuenca aguas arriba de ITAIPU.
Con estos factores en consideración, se anticipa un aumento gradual en los caudales afluentes a ITAIPU, con valores máximos estimados de 17.000 m³/s para los días 2 y 3 de noviembre. En este contexto, es probable que el embalse alcance su capacidad máxima el 5 de noviembre, lo que implica la necesidad de una gestión cuidadosa y coordinada de los recursos hídricos para enfrentar la inminente reapertura del vertedero de Itaipú y sus impactos en el nivel del río. Paraná.