La investigación sobre la desaparición de las jóvenes Morena Verri (20), Brenda Loreley Del Castillo (20) y Lara Morena Gutiérrez (15) dio un giro trágico este miércoles, cuando la Policía Bonaerense confirmó el hallazgo de dos cuerpos. Según fuentes judiciales, los restos hallados pertenecerían a dos de las jóvenes que se encontraban desaparecidas desde el pasado viernes. Sin embargo, aún se espera la confirmación oficial de su identidad.
Uno de los cuerpos fue encontrado enterrado en el patio de una vivienda en Florencio Varela, mientras que el otro fue hallado calcinado dentro de una camioneta blanca, similar a la que las chicas habían abordado la última vez que fueron vistas. La pista que llevó a los investigadores hasta esa vivienda surgió de la localización de uno de los celulares de las víctimas, que había registrado señal en una antena de la zona.
En el interior de la casa allanada, la policía encontró rastros de sangre y un fuerte olor a lavandina, lo que sugiere que el lugar había sido limpiado antes de la llegada de los investigadores. En el operativo fueron detenidos cuatro individuos. Entre ellos, una pareja de nacionalidad peruana que fue arrestada en un hotel alojamiento y que sería la propietaria de la vivienda inspeccionada.
De acuerdo con la hipótesis del fiscal Gastón Dupláa, las jóvenes habrían sido asesinadas durante una fiesta vinculada a una banda narco que opera en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, en la Ciudad de Buenos Aires. En esa misma zona, se registraron señales de los teléfonos de las víctimas antes de que estos se apagaran.
Este hallazgo confirma el peor desenlace para parte de las familias, que desde el viernes habían intensificado la búsqueda de las jóvenes en distintos puntos del conurbano. Mientras continúan los trabajos para la identificación de los cuerpos y se esperan los resultados de peritajes clave, la justicia mantiene bajo reserva varias líneas de investigación para esclarecer el grado de responsabilidad de los detenidos y sus posibles vínculos con organizaciones narcocriminales.
El caso, que ha conmocionado a la provincia de Buenos Aires, continúa bajo la carátula de “averiguación de paradero” y podría derivar en nuevas imputaciones. Este crimen ya se perfila como uno de los más impactantes en la región en los últimos años.